Todo sobre las contracciones Braxton Hicks

Las contracciones Braxton Hicks (también conocidas como contracciones falsas o contracciones de tipo B). Estas contracciones parecen ser conocidas únicamente entre las mujeres que han o están experimentando la maternidad, o bien, que convivieron muy de cerca con una mujer embarazada. Estas contracciones pueden tomar por imprevisto a las madres y los padres primerizos, por lo que te queremos contar todo acerca de ellas para que estés bien informada.

¿Qué son las contracciones de Braxton Hicks?

Son contracciones menores que aparecen durante el periodo de gestación. Se presentan como pequeños espasmos en tu panza y vientre, haciéndote sentir cómo se contraen tus músculos endureciéndolos. Estas contracciones fisiológicas, tienen como función ayudarte a tonificar y preparar los músculos uterinos, ablandar el cérvix y facilitar el flujo de sangre a la placenta para que se pueda estar listo en el momento del parto.

Este proceso es completamente natural y según algunos expertos, el mismo cuerpo humano ha encontrado a través de años de evolución distintas formas de cómo preparar principalmente a la madre para la llegada de su bebé. Considerando que también los hombres (mediante las hormonas desprendidas por su pareja embarazada) ven modificados sus comportamientos.

¿En qué semana aparecen las contracciones de Braxton Hicks?

Las contracciones generalmente aparecen desde la semana 20 del embarazo, aunque en algunos casos llega a suceder que aparecen 1 o 2 semanas antes. Las contracciones durarán a lo largo de todo el embarazo hasta que sea momento de entrar en labor de parto.

¿Cuántas contracciones de Braxton Hicks son normales?

Éstas pueden ir en un promedio máximo de 10 al día y no más de 3 por hora. Estas contracciones carecen por completo de ritmo, por lo que podrás sentir un par en un periodo de 1 o 2 horas y de pronto no volver a sentirlas hasta el día siguiente. En caso de notar un aumento importante en la frecuencia de las contracciones, deberás de acudir con tu médico para descartar cualquier posible problema.

¿Cómo se sienten estas contracciones?

Las contracciones generalmente son indoloras, aunque sí un poco molestas en ocasiones. Las contracciones de Braxton Hicks duelen solamente cuando se está 1 o 2 semanas previas al parto. Estas se pueden sentir abarcando todo el útero, comenzando en la parte superior y extendiéndose gradualmente hacia abajo. Algunas mujeres pueden encontrar cierta similitud entre estas contracciones y los espasmos que experimentan durante sus periodos menstruales.

Este proceso es completamente natural y según algunos expertos, el mismo cuerpo humano ha encontrado a través de años de evolución distintas formas de cómo preparar principalmente a la madre para la llegada de su bebé. Considerando que también los hombres (mediante las hormonas desprendidas por su pareja embarazada) ven modificados sus comportamientos.

Si las contracciones se tornan incómodas, puedes tomar estos consejos: Descansa

Tomar un break cada 1 o 2 horas y reposar por lo menos 10 minutos. Recuerda que no debes tratar de tener el mismo ritmo de actividades que normalmente tenías antes del embarazo.

Distrae tu mente con cosas positivas

Al igual que el descanso físico, el descanso mental durante el embarazo también es de suma importancia. Hacer actividades como escuchar música, ver tu serie favorita o simplemente salir a caminar por un parque te ayudarán a despejarte del estrés diario.

Evita peleas o preocupaciones innecesarias

Permite que tus seres queridos y conocidos puedan apoyarte con algunas actividades, también es importante que aprendas cuándo pedir ayuda. Personas cercanas a ti pueden hacerse cargo de actividades que sean muy estresantes para ti, o de igual forma, ser empáticos y bajar el calor de una discusión para que las cosas se puedan arreglar con armonía.

En caso de posible infección urinaria, acude a tu médico

Como lo lees, una infección urinaria o vaginal, pueden afectar de forma directa o indirecta la actividad de tu útero. Así que, en caso de molestias, un médico podrá orientarte mejor acerca del tratamiento.

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